Estimados camaradas:
Este fin de semana se ha celebrado en "La
Mesa del Rey" (Santa Elena) el 1º congreso pirata que ha reunido casi
una treintena de malvados bucaneros llegados desde distintos puntos de
nuestra geografía. Queremos pedir disculpas por no haber hecho público
este encuentro, pero el cupo se cerró en la primera ronda de contactos y
no había tiempo de organizar un evento en toda regla, también había que
considerar que la meteorología no estaba a nuestro favor, por lo que
no queríamos arriesgar con unas jornadas fallidas por la lluvia y el mal
tiempo.
Impacientes nuestros galeones provistos del material
necesario, durante la tarde del Viernes fueron arribando al destino
mencionado y tomando posiciones en sus respectivos aposentos, un refugio
acogedor nos esperaba para ser ocupado por la estirpe más despiadada de
filibusteros y malandrines.
Las
súplicas cargadas de maldiciones no cesaban en todo momento esperando
que el cielo abriera sus puertas para disponer nuestros cañones y hacer
una batida en el firmamento, parece que fuimos oídos por los dioses y
Neptuno paró de mandar con su tridente rayos y centellas, el viento
cesó, la lluvia paró y los cielos se despejaron para que la piratería al
completo saciara su sed de observación, un cielo limpio y poco
contaminado se abrió ante nuestros ojos para poder barrer y disfrutar de
gran parte de los objetos que iban pasando por nuestros anteojos, por
mencionar algunos de los más destacados nos hicimos cómplices del gran
Thor ( vale Juande, por esta vez ganas tú), y nos permitió hacer una
incursión por la zona: la 46 con su planetaria, 47, 50, y los abiertos
de los alrededores, galaxias tuvimos un rato, exploramos Leo, nos
metimos en 81, 82, 51, 94, la ballena con su satélite, la aguja y su
banda oscura, la colisión de la 4485 con la 4490, en fin, entre Canes y
Coma dimos al traste con muchas de ellas. También hubo disparos para
alcanzar algunas dobles, nuestros combatientes Long John y barbanegra
tiraron a matar y sacando a relucir muchas de las agazapadas binarias.
Tal vez los planetas no estaba de buen ver, había algo (seeing malo) que
no dejaba una buena definición. Al poco tiempo las lentes empezaban a
resentir la humedad del ambiente, había que andar soplando de vez en
cuando, así íbamos saliendo al paso y la cosa se alargó poco más de las
cuatro de la madrugada, aunque algunos atrevidos pasaron de las cinco.
La
mañana del Sábado ya con el Sol en levante y después de reponer
fuerzas, quisimos desentrañar los secretos que éste encerraba dentro, en
la fotosfera hacia la parte izquierda ecuatorial presentaba un grupo de
manchas oscuras que pudimos apreciar con claridad (gggrrr.... oscuras
con claridad, mmmm.... bueno venga), intentamos hacer lo mismo con la
cromosfera con el nuevo teles de Jean, pero el trípode no soportaba la
carga impuesta, aplazamos la observación para después a la vuelta de una
sensacional excursión a un entorno de una maravilla excepcional, cuando
llegamos ya estaba el cielo tapado por una gran capa de nubes.
A
unos pocos kilómetros de nuestra guarida se encuentra LA CIMBARRA, un
Paraje Natural en pleno corazón de Despeñaperros, la espectacular
cascada de agua de 40 metros de altura da nombre a ese maravilloso lugar
del cual, ninguna fotografía hace justicia de la sorprendente belleza
del medio. Llegamos a la residencia con hora de almorzar y seguidamente
echar una siesta como Dios manda ejem...
La
noche prometía en sentido contrario a nuestros afines, así que
agradecíamos que el cielo estuviera encapotado con propuesta de lluvia.
Tarde de café y tertulia al calor del fuego esperando impacientes que
nuestro capitán diera la orden de cambiar al ropaje adecuado para dar
comienzo el festín, a la orden de ¡ya! todo el mundo desapareció para
estar presentes en media hora con sus mejores galas piratiles. Formados y
en fila de a uno, entramos en el salón comedor para catar los mejores
manjares de la zona, carne de monte, codorniz en escabeche, conejo,
pisto, etc.. Entre verborreas y palabrerías, el vino iba haciendo sus
efectos y calentando el ambiente, nuestro estado de camaradería
sobrepasaba los límites de amistad, los brindis se sucedía en cada
momento, cualquier razón astronómica daba lugar para alzar nuestras
copas y chocarlas con gran ímpetu.
Casi
sin darnos cuenta nos encontrábamos todos en el salón frente a la barra
con el ron y música de los 80, la fiesta había comenzado, sobran las
palabras, así que una imagen vale más. Por cierto, y esto es
confidencial, me quedo con el número cuatro de Anne Bonny. No recuerdo
la hora, pero cuando me ausente y me fui a mis aposentos, allí quedó un
gran número de bucaneros disfrutando del momento, ciertamente a altas
hora de la madrugada me pareció estar navegando sobre una mar
embravecida y, escuchar las arcadas propias de piratas novatos,
seguramente fue un sueño.
Domingo
diez de la mañana y sin novedad, ¡SIN NOVEDAD, QUÉ PASA!, asumí el
cargo de oficial de guardia y porreteando las puerta hice el toque de
Diana. Desayuno, recogida, desembolsamos lo adeudado, desplegamos velas y
partimos rumbo a la ruta de los castillos milenarios y nazaríes,
objetivo Baños de la Encina, encantadora villa situada a pie de Sierra
Morena con vistas al pantano del Rumblar, da paso a las extensa campiña
jiennense, cuenta con una enriquecida historia milenaria y monumentos de
gran belleza, sus callejas y casa de piedra dejan al paseante absorto
en el pasado. ¡Qué maravilla de pueblo Loli!. Comida con cara de
cansancio y despedida.
Chara, nuestra mascota incansable nos dio grandes dotes de cariño.
Gracias a todos por hacerme pasar un fin de semana sensacional, esperamos volver a repetir la hazaña, besos y abrazos.