Partimos desde el lugar habitual un poco más tarde de lo previsto en un principio, mientras tanto, en la espera de los últimos rezagados, nuestra conversación es amena y divertida. En la expedición vamos: Moisés Portillo (heitfield), José Manuel (jomlop), Juan Fernández (juanjaen), Juan Lendínez (almenara), Ramón Palomeque (tacómetro), Oscar (aprendiz), Pepe, José Carlos Millán (thecrow), Ana y un servidor.
Como siempre durante el trayecto en el pletórico Río y, cargado de bártulos hasta los topes, suena la envolvente música de Pink Floyd que hace que me sienta... feliz, muy feliz, uno ya empieza a ir predispuesto a pasar una buena noche, no sé, se palpa en el ambiente y ¡ya!, desde un primer momento se empieza disfrutar de la situación. Llegamos en 20’ aun lugar con una considerable altura, carretera asfaltada hasta el mismo sitio de observación, una explanadita de tierra algo ondulante pero sin la mayor importancia, y comenzamos a montar los equipos.
Los Llanos de Palomares:
Montando equipos:
Una vez todos los telescopios puestos en estación dejamos un rato a la deriva con algún objeto mientras aprovechamos para comernos unos bocatas que nos reporten calorías suficientes para pasar una confortable noche con el estomago lleno, corregimos de nuevo la posición (los que lo requiera) y empieza el recitar: Moisés y juanjaen destripan Virgo, Ramón se centra en la Osa, Oscar no pierde de vista Leo, José Manuel con su 12” va siguiendo el rastro de las galaxias que se le va indicando, Juan no quiere perder el Cenit y hace un exhaustivo recorrido por Canes Venatici y Coma Berenices, haciendo una gran parada en M-63 y la 64 (Ojo Negro), creo que decía intuir algo en el centro de esta galaxia. Mientras J.C. y yo hacemos algunas tomas de la Luna, Saturno y algunas doble como Cor Caroli. Yo me centro más tarde en los objetos de Cuervo, hydra y en el Centauro, esperando al gran gigante Omega Centauri que por fin se dejó ver, no lo pudimos disfrutar en todo su esplendor por lo bajo en el horizonte, por la contaminación que precisamente teníamos allí, y lo rápido que volvió a desaparecer, pero seguiremos en el empeño con el bicharraco, hasta Mayo nos estará visitando y no podemos perder ocasión de disfrutarlo.
Luna de aprendiz por proyección:
Este Saturno:
Este otro:
El frío acompañado de humedad ya estaba calando, esperamos a Júpiter y los globulares de Escorpión para recogerlo todo, acabamos la noche de forma apoteósica en un Bus tomando chocolate con churros, que por cierto Miguel, el señor de los churros con mucha sutileza empezó hablarnos de astrología y terminó fuera del bus viendo Júpiter, Ramón le estuvo haciendo alguna referencia sobre el cielo mientras le mostraba algunas estrellas con el láser verde, al final este señor se empeñó que otro día lo lleváramos a ver las estrellas, y nosotros tendremos que cumplir a sus peticiones si la dicha es buena (chocolate con churros).
Saludos y hasta la próxima.
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