martes, 9 de agosto de 2016

LOS VIEJOS PIRATAS NUNCA MUEREN



Parece ser que necesitábamos algo, tal vez todo no era buscar entre las estrellas sino  hablar de nuestras experiencia, nuestras andadas y correrías y, comprobar que a pesar de todo seguimos unidos por la gravedad que emiten los buenos amigos.

Dos viejos piratas

La cena

Estuvimos en Almenara (el cortijo de Juan), contemplamos una maravillosa puesta de Sol, Venus que se escapaba entre el horizonte, Júpiter que no tardaría en desaparecer, la majestuosa Luna en su quinto día de crecida y que nos mostró el espléndido trío Catherina, Cyrillus y Theophilus. 

Puesta de Sol en Almenara

Jaén desde Almenara

Anochece en Almenara

La Luna creciente

La buena comida y el buen beber pasó factura a la hora del montaje de los equipos, no fueron novatadas, más bien todo lo contrario, quizás me lleve alguna reprimenda por contar estas cosas pero, lo cierto que al final nos divertimos muchos cuando nos dimos cuenta de la inocentada que nos estaban gastando los brebajes injeridos. Ahí estábamos los dos intentando poner en estación como si fuese la primera vez, introducir coordenadas fue nuestra primera pesadilla y frustración: menos tres grados, setenta y cuatro minutos, era imposible poner 74’  cuando la numeración del mando volvía a 59’ los dos con cara de asombro y sin saber que nos estaba pasando, no era lógico que las dos monturas dieran el mismo error, cuando por fin nos vino algo de lucidez y comprendimos que no podemos pasar de 60’. 

La E de Barnard

Cúmulo Globular M-13


Eso no fue todo, hubo mucho más (que no voy a contar aquí) hasta altas hora de la madrugada, quiero recordar que eran más de las 4 cuando llegué a casa, así que entre charlas y desahogos fuimos haciendo algunas tomas de nuestro amado y apasionado Universo. Comprenderéis que no saliera nada bien, así que aquí os pongo algunos objetos que medio mereció la pena.

Los viejos piratas nunca mueren, están cansados.
Un saludo amigos.

Antonio Cabrera León