domingo, 11 de mayo de 2014

NOS PIDIERON LA LUNA



La ilusión era muy grande tanto para ellos como para nosotros, las ganas de traerles la Luna se había convertido en un reto, fíjate, tan sencillo algunas veces para nosotros que en esta ocasión nos parecía un sueño, un anhelo, una fantasía. Esta vez haríamos nuestro viaje por las estrellas llevando a bordo de nuestras “naves” a un colectivo muy especial, los niños de Oncología del Hospital Infantil de Jaén.

El día comenzó bien, entrevistas por parte de los medios a nuestro mago Ramón Palomeque y, los mensajes de felicitaciones no se hacía esperar entre nosotros, el tiempo parecía que acompañara en un primer momento y casi que no quisimos darnos cuenta de la realidad de las previsiones meteorológicas, es más, alguien de los medios en un momento quiso advertir del peligro que podría presentar esas nubes tan feas que parecía amenazar nuestra actividad, tan absorto estaba yo que ni tan siquiera presté la atención pertinente y dije: son nubes de evolución diurna y en cuanto llegue la noche se disiparán. 

Esperando

Al Llano de Palomares fuimos llegando a una hora temprana, antes de las 20:00 h ya había telescopios apuntando al infinito, las nubes seguían su curso evolutivo solo que esta vez parecían haberse detenido allí mismo, sobre nuestras cabezas, incluso Lucas, (el guarda de la finca que avisamos de nuestros movimientos por precaución, tuvo la amabilidad y generosidad de acompañarnos y que agradecemos enormemente, nos sentíamos protegidos con su presencia y eso nos hacia estar tranquilos), comenta que no es normal el estado de las nubes, cuando de repente y mientras empiezan a llevar los primeros vehículos de la asociación “Pídeme la Luna” comienza a llover. 



Los puntos brillantes son gotas de lluvia iluminados por el flash

No queríamos dar crédito a lo que nos estaba pasando, no puede ser que toda nuestra ilusión se nos derrumbe drásticamente, caras de desolación y equipos que no llegaron a ponerse en estación, que no salieron de los maleteros y los que había dispuestos quedaron tapados por chaquetones y mantas.

Pronto paró de llover, estos incombustibles chavales con sus familiares empezaron a salir de los coches y curiosear por los alrededores de los telescopios, pronto nuestro mago se abrió en un círculo y continuó el programa previsto, hablábamos de Astronomía a cal y canto, sentíamos el calor de ser escuchados atentamente con caras de asombro y respondíamos a las preguntas y curiosidades de nuestro personal más diminuto.
Nuestro mago y las estrellas

Cuando ya había anochecido las nubes seguían persistentes, entre claro y claro parecía poderse distinguir alguna estrella, sí esa es Capella, allí está Júpiter, aquel es Marte y esa claridad es de la Luna. Así aguantamos y mantuvimos la esperanza, sabíamos a ciencia cierta que despejaría, pero no todos tuvieron la capacidad de aguante y algunos niños presentaban signos evidentes de cansancio y sin remedio tuvieron que marchar.

Los que se quedaron no olvidaran durante mucho tiempo el espectáculo que nos ofreció esa noche nuestro paisaje nocturno. Cuando el cielo empezó abrirse los compañeros no tardaron en apresurarse y montar los equipos de nuevo, el disfrute y el deleite por todos los que estábamos allí fue exorbitante.

- El Gran Dios Júpiter con sus bandas de nubes ecuatoriales y las lunas que observó Galileo.
- El rojo Marte Dios de la guerra al que también pudimos verle el blanquecino casquete polar.
- La Luna, ¡ay la Luna! Cómo se quedaron con la Luna, qué espectáculo más impresionante. Fueron tantos los piropos y tantas expresiones que es difícil hacer un testimonio, eso hay que vivirlo.
- Estrellas dobles como Mizar y Alcor, o la favorita del verano Albireo con su gran colorido.
- Cúmulos Globulares como M-13 o la muerte de una estrella en la Lira, el famoso Anillo.
- También alguna galaxia aunque no fuese tan espectacular como en otras ocasiones, el brillo de la Luna rompía con el contraste del fondo del cielo y los objetos de profundidad dificultaba su observación.
- Por fin el único resto de nubes que quedaba en el Sureste (esto fue a propósito seguro) se disipó y allí estaba el majestuoso Señor de los Anillo, Saturno, con su banda ecuatorial, su división de Cassini y su perfilado recorte, algunas de sus lunas fueron también distinguidas por todos los observadores. 

Toma realizada con "Pideme la Luna"

Los “Amigos de la Astronomía Jaén” quieren agradecer a la Asociación “Pídeme la Luna” todo el esfuerzo prestado para que esta velada Astronómica haya sido un éxito y por hacernos disfrutar una vez más de nuestra gran afición que es la Astronomía.

También queremos agradecer el apoyo y la alegría que nos prestaron desde El Hogar de Santa Clara con la participación de algunos de sus miembros.

Y dar las gracias igualmente a pesar de ser uno de los nuestros, a Jesús Soler del grupo de observación “Vía Láctea” de Granada, que quiso compartir con nosotros tan inolvidables momentos.

Saludos y hasta la próxima.
Antonio Cabrera

1 comentario:

  1. Muchas gracias por esa gran experiencia compartida. Agradeceros a todos vuestra ilusion, dedicacion y simpatía para con nosotros. Un abrazo.

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