martes, 21 de agosto de 2012

ASTRONOMÍA EN ESTADO PURO


Hacia lo salvaje sería otro buen titulo para una aventura en la que el pasado día 15 se embarcaron los “Amigos de la Astronomía Jaén”. La búsqueda de cielos puros sigue siendo un reto en la difícil tarea de la observación astronómica, cada vez son menos los espacios limpios de Contaminación Lumínica, la civilización y núcleos urbanos cada vez están más y más cerca unos de otros, la poca concienciación que existe sobre una forma de iluminar adecuada y, el avancen tecnológico de las últimas décadas, han invadido prácticamente cualquier zona rural.

La buena climatología de la estación estival motiva siempre a la costumbre de salir a contemplar el cielo estrellado, las actividades se suceden con más frecuencia en esta época del año y, la propuesta para el día 15 había llegado, la emoción saltaba a flor de piel de todos aquellos que teníamos pensada dicha correría.

Nuestra primera cita de contacto a las 10:00 h en la gasolinera del Polígono Industrial los Olivares de Jaén. No tardaron en llegar con antelación Juan y Moisés, Antonio Mesa, Ángel, Óscar y nuestros invitados de excepción, José Rodríguez y Rafa desde Priego (Córdoba). Acoplamos los equipos para ir dos en cada vehículo, desayunamos en el Triunfo e hicimos nuestra ansiada salida hacia los Campos de Hernán Perea (Cazorla). 

Los Campos de Hernán Perea

 

Los Campos de Hernán Perea se encuentran en un lugar privilegiado, una planicie de más de 20 Km a la redonda y una altura de 1680 m. prácticamente un paraje desértico, la protección que  brinda el Parque Natural de la Sierra de Cazorla junto con la poca infraestructura de comunicación hace que el lugar presente pocos signos de civilización, no hay tendido eléctrico por lo tanto no existe la luz artificial, ni telefonía tanto por cable como por satélite, ni casas habitadas,  nada que indique indicio de progreso, un espacio insólito de complicado acceso perdido entre las sierras del Sur peninsular.  

La Iruela

 

Ya pasado el medio día entrábamos en Cazorla, pasamos por la Iruela, repostamos en Burrunchel, última oportunidad de llenar el depósito de combustible. Nuestros guías adelantaron la marcha y el grueso del convoy hizo un alto en el puerto de Las Palomas para hacer alguna instantánea, enseguida dimos alcance a nuestros aurigas que esperaban al borde del camino con la mesa puesta.

De picnic





Después de una gran degustación, pipirrana: tortilla de papas, embutidos, fiambres y conservas varias, continuamos la marcha por un camino pedregoso que nos llevó hasta Navas de San Pedro que, tras un café para despejarnos un poco continuamos hasta el refugio de Rambla Seca. 

Navas de San Pedro




Parada en el Árbol de Félix Rodríguez de la Fuente 



Rambla Seca




 

No era éste nuestro alojamiento, según nuestro agente Moisés, nuestro parador se encontraba justo en el centro de los campos para evitar así cualquier indicio de hongo de luz que pudiera perjudicar la máxima calidad de estrellas de nuestro hotel, que en esta ocasión pasaba de las cinco a las cinco mil estrellas.

Cuando llegamos al Refugio Monterilla nos dimos cuenta que algunos cavernícolas habían pasado por allí, intentamos  en el siguiente refugio y por su posición tampoco llegó a convencer a nuestros osados bucaneros. De vuelta al Monterilla zafarrancho de combate y en cinco minutos listo para revisión. 

En el Monterilla





 

Comienza la relajación después del viaje y cada cual intenta buscar su emplazamiento para su artillería más pesada. Al poco dos agentes del SEPRONA hacen acto de presencia, es un gran alivio saber que estamos advertidos por la benemérita, Paco y Juan se muestra súper simpáticos y atraídos por nuestra afición, incluso  Paco entiende algo de telescopios y oculares y, no tarda en sacar su terrestre y mostrar la capacidad de sus anteojos, nos enseña el buitre leonado cuando decaen las térmicas y se precipitan a un pequeño pinar solitario en la ladera de un monte. Volvieron a las dos de la mañana y estuvieron un buen rato disfrutando con nosotros del paisaje nocturno, para nosotros fue una gran satisfacción ver como gozaba de las explicaciones y los objetos que le íbamos mostrando, seguro que a partir de ahora cada vez que miren al cielo lo verán de otra manera. A la mañana cuando despuntó el Sol, allí estaban esa pareja que tan amablemente nos despidieron, como si no quisieran que nos marcháramos.

Alrededores del Monterilla





Hecha esta apreciación con los agentes de la guardia civil retomo el relato, es en este momento cuando Jean aparece antes que anochezca, una vez todos los equipos están instalados esperando la contienda, el interior del refugio listo y al completo aunque nuestro capitán dormirá fuera en una Quechua.


Ahora viene lo difícil, qué puedo contar de un cielo que no aparece ningún tono anaranjado, intentábamos buscar por todos los medios algún vestigio  de luz artificial, sólo nuestras linternas rojas era toda la luz apreciable.

A pelo, (simple vista), os podéis imaginar el deleite de la Vía Láctea, Jose hizo una gran apreciación, el grueso de la Vía Láctea no se acaba con la nebulosa de la Pipa, es bastante más extensa, rellena mucho de Ofiuco y Escorpión, ¡impresionante!. Los globulares de M 13, M 15, y por qué no, lo intentamos con M 33 y allí estaba la mancha con visión lateral, sí, no cabe duda era M 33.  

No puedo describir todo lo que esa noche apareció por los distintos telescopios, con los distintos filtros y en diferentes aumentos, disfrutamos con Norte America, el Pelícano y California, el Águila y los Pilares de la Creación, la Creciente que pensábamos con rotundidad en un remanente cuando Jose nos aclaró la naturaleza de esta nebulosa,  son los chorros de viento solar de una Wolf-Rayet, ¡fantástico!. Galaxias, nebulosas, cúmulos en un cielos impresionante, se puede pedir más. A las seis de la mañana dí por finalizada la observación dejando allí a cuatros intrépidos piratillas, no sin antes regocijarme con Júpiter y su entramado de bandas que presenta esta temporada, y tampoco quise acostarme sin antes percibir los colores, contrastes o tonos  de M 42, imponente y emocionante la sensación de tridimensionalidad. Me dejo en el tintero muchas cosas bonitas de un cielo espectacular, invito a los que allí estuvieron que ayuden a completar esta crónica haciendo comentarios que muestre la experiencia vivida de lo que esa noche pasó por nuestras retinas. 

Circumpolar en el Monterilla

 
 A pesar de las fatigas del viaje y la incomodidad de dormir en el suelo tan sólo un par de horas, el 16 por la mañana salíamos de los campos con buen sabor de boca, habíamos vivido una noche de Astronomía en estado puro de verdad.

Mis agradecimientos al grupo de atrevidos y osados amigos de la Astronomía  por esos momentos tan maravillosos que pasamos en los Campos de Hernán Perea.

Antonio Cabrera León

 





 

1 comentario:

  1. Menudo dia mas intenso, acabe reventao, pero merecio la pena.
    El año que viene ire con tienda como juan asi mis ronquidos no amenizaran la madrugada en el refugio, a quien se le ocurre acostarse a dormir jejejejeje.
    Lastima del viaje de ida tan rapido que hicimos, pasamos por parajes increibles, incluso a la vuelta vimos bastantes ciervos.
    Del cielo que os voy a contar, ni rastro de cupulas luz por ningun lado, la ngc 891 en el teles de jean increible.
    Tambien tuvimos la visita de los agentes del seprona, casi casi una tradicion ultimamente en nuestras observaciones, en palomares la ultima vez que estuve tambien aparecieron.


    Fdo:Oscar Perez

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